Nueve de la mañana. La fila del banco en Alajuela Centro es larga y los que están delante y atrás no pueden esperar más su aguinaldo. Como décimo noveno en orden, también respiro la impaciencia y clavo los ojos en los que en las cajas, se tardan demasiado. Nueve y veinte de la mañana. Un cajero se fue. Algunas personas adelante una señora mayor habla con lo que parece ser su nieta; la joven contesta aunque tenga que repetir varias veces a su abuela. Nueve y cuarenta y siente. La señora ha pasado a la caja, con su nieta para que la ayude en las cajas preferenciales. Diez y diez de la mañana. Alcanzo el tercer lugar en cuanto a proximidad con mi dinero mientras observo como la señora se debate con el cajero sobre la decisión correcta con sus ahorros: sacarlos o dejar la mitad. Su nieta trabaja como una especie de traductora, intercambiando las frases del empleado y las de su abuela. En este momento tienen la atención de la mayoría de los presentes. Noto reacciones que p...