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Mostrando las entradas de febrero, 2014

Cinco razones para un acantilado

i La fragilidad de la mano la rama que el viento no quiebra solo dobla poco a poco ii El reflejo en el agua es un eco que se expande y toca tu pecho iii El río casi se ha secado pero la forma de las piedras nunca olvida su cause iv Nos ha soplado la vida y muchas cosas han caído algo siempre crece donde la corriente termina v La  voluntad de la mano la rama que el viento dobla pero nunca se quiebra

El péndulo

La luz en tu cara hace que parezcás otra persona. De alguna manera así te sentís antes de reprimir lo que te ha hecho esta tarde. Te quedás con las últimas horas del día hasta que todo es una sola sombra. Vos y el mundo dan la espalda y algo se oculta bajo la noche para siempre.

Jaula

Escuchaste la noche. Hay algo de frío, algo del ruido de animales, algo de luz envuelta en la sombra. Pensás en el sereno que ahora cae y moja las cosas afuera. Te escuchás a vos mismo; ese frío te invade, ese murmullo de animal que trepa por la ladera y se pierde entre arboles. Sentilo como un grito en tu cuerpo que también se ha quedado atrapado.