Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de 2012

Horas del día

--> Your devotion has the look of a lunatic's gaze St Vincent En el sótano de la casa se está engrasando la guillotina. Henrik Nordbrandt 11 pm Debe existir algo oculto entre la gente que decide comer en horarios similares; que abre y activa los hornos eléctricos, el ruido metálico de los tenedores, y la baja autoestima de la comida recalentada. Algo que las personas como vos y yo no entendemos pero repetimos entre 6 y 9, 12 y 3, 7 y 8. 5:30 am Escuchá, despiertan. Activan la ducha y frente al espejo sienten unas ganas terribles de vomitar. Pero no lo hacen. El agua caliente crea una capa de vapor sobre los cristales y por sobretodo lo que se va por el drenaje. --> 3:33 pm Esperamos: quizás el almuerzo para regresar al apartamento y tener media hora demás en la cama. Tal vez la noche, el fin de semana o las fechas de fiesta anuales. Esperamos; lo único impaciente es la muerte.

La insustancialidad de las cosas

La vida es siempre un cajón que esta medio vacío y tibio. El fondo del vaso con las manchas que sobre tus ojos se hacen al final del año. Es lo que hace una persona que toca una puerta en una casa donde ya no hay nadie. La vida es siempre lo que el retrovisor no ve. Es esperar que alguien regrese sin que se haya marchado. Y siempre es la vida la que toma su espacio en el lugar en que todo por fin deja de existir.

1:15

Esperá, estoy corriendo. Esperá, como espera mi cuerpo en la mitad de la noche ante el vacío. Voy hacia vos desde las cosas que caen, voy hacia vos desde los estallidos, las sirenas, los segundos. Esperá. No siento las manos.

1:12

Siento el ahogo. Una mano invisible se estira dentro y me saca las palabras. En  mi casa hay un montón de espejos que gritan. Todos  con el mismo silencio.

Lo último

1:11 Una ventana se mueve, también la puerta. Salgo apenas. El espejo se desliza y rompe el tomacorrientes. No creo que lo reparen.   En mis pies veo vidrios que me miran como en un caleidoscopio. Las escaleras se mueven y gota de sangre se seca en mis pies.   Afuera una grúa gigante oscila. Los vecinos están en silencio. No me acuerdo del nombre de la mujer que me señala el cielo.   No sé exactamente las veces que me ha   saludado al borde de su puerta; supongo que han sido muchas. Las suficientes. 

Dismnesia

para Gaby y Sofia, hoy. Todo tiene un nombre que se aleja.   Un costado entre la casa de tus padres y el barrio donde vivís ahora mismo. Esas paredes de blanco que no son propias, tan llenas de imposturas y capas de esmalte.   Todo   toma su distancia.   El degradado de la bombilla que sobre el jardín te hace sentir que algo te espera.   Esas plantas que han sobrevivido más generaciones de inquilinos que bombillas, estaciones de lluvia y las alarmas a cuatro calles de esta. Todo.   Los vecinos,   sus perros, los diferentes nombres en los servicios básicos cada mes, las señales, las puertas. Todo. Hasta que un día llamás a lo lejano memoria, a la distancia recuerdo.   Lo que te sobreviven son solo cosas que ya no son ciertas.

La bestia

Un niño grita en mitad de la noche. Los vecinos encienden las luces casi como una señal de alarma. El niño estalla y su voz se vuelve ronca. Parece ser un llanto interminable. Dentro de cada casa y cada familia alguien se levanta pensando que no ha despertado de su mal sueño. El niño parece una bestia. Golpea las paredes, grita con sus últimas fuerzas. Adentro de las casas separadas apenas por unas cuantas paredes, le gente empieza culpándose unos a las otros. Es esta la única pesadilla, aquí es cuando empieza: un aullido sordo hasta el cansancio.

Los Trapecistas

somos muchas cosas                 abismo                                           tensión de  cuerda   energía resuelta en  palpitaciones muchas cosas : grito calma espera vernos a nosotros es mirar ese vacío                lo poco que concluye                  durante la caída

Oscilaciones

Tené esta cuerda que es decir mi cuerpo. Flaco punto,   frágil conjunto de huesos hasta la carne que se agrupa de manera desordenada. Tené mi cuerda, mi vibración también desordenada; la forma en que todo yo me siento sobre el vacío y sobrevivo del aire que vibra. Tomá uno de los puntos y hacé un nudo. Qué mi música sea otra por culpa de tus manos.

Un día en el mundo

Quiénes somos sino la gente que se lanza al vacío durante la mañana, frente al trafico,   en la voz  del contestador automático. El mismo vacío de las sillas y la cama,   el de los ojos cerrados a la espera que cambie el año; el vacío de la noche frente a las fotografías deshechas por la humedad de una casa. Pequeñas gentes de estadios llenos y refrescos con gas. Del salón al transporte público, de la farmacia al prostíbulo,   del confesionario   a la tumba que apartamos para nuestros propios restos. Quiénes somos sino la gente del tumulto en la acera, estrecha entre el concreto, que cruza la calle para evitar la convivencia con extraños.

Matrioska

Qué ocurre si sostengo tu mano y es otra mano que dentro tiene una mano más pequeña. Qué ocurre si tu abrazo se quiebra dentro de tantos abrazos y no hay nada, solo mi cuerpo para intentar hacerlos otra vez   uno. Qué nos ocurre si en tu boca habla una mujer sumergida que se asfixia; una mujer que se aleja dentro de si misma y que no va a regresar nunca.  

Contra el matrimonio

               El infierno es un lugar solitario                                        Charles Bukowski esto es lo que nos queda la cordialidad a tres cuartos de la boca como si el aire no fuera lo suficientemente liviano la piel áspera e higiénica el calor del inodoro y un basurero lleno de nuestros más íntimos desechos nos quedamos en el sofá hasta repetirnos en el noticiero o tal vez al filo de la pantalla muerta con el reflejo de dos personas que se detestan  con reserva el reloj y nuestro sexo lleno de profilácticos son torturas más que merecidas nos culpamos con frecuencia callando en la amargura el café que siempre nos sabe rancio esto puede ser el amor te digo otra de sus formas delineada por completo en la venganza

Locomoción

En este parqueo existen solos otros dos automóviles. Una luz fluorescente protegida por una cerca de navajas que me deja caminar de mi puerta a la ventanilla de cobro. Estoy rodeado por ese filo, pienso. Así es que escapo de ese territorio destinado a la permanencia. Ya bajo la noche un sudor frío resbala por mi espalda; las nubes arriba también están quietas.

qué hace uno frente al mar

qué hace uno frente al mar mirando a los bañistas mientras son golpeados repetidamente pensando en los años esa sensación en la palma de la mano derecha la marea ha llegado donde la última vez y un barco se revienta contra el oriente uno que ve al mar abierto y por fin cree en las tormentas las personas salen del agua tienen arrugados los labios tratan de abandonar su arena en la playa otro barco se incendia en su regreso contra el atardecer y se salva de su propio vacío nos hundimos pero a nadie le importa los últimos pasos del hombre son desechos por la noche

Suivre un régime (traducción por Sofía Maffioli)

Suivre un régime Quelqu’un ouvre mon thorax Et laisse les Oiseaux se regrouper Dans mes veines ; Comme un homme tout seul Dans mon cœur, Je m’assieds près Du vide Tenant une arme. Ce qui flotte Dans chaque respiration C’est des plumes. Original Seguir una dieta Alguien me abre el tórax y deja que los pájaros se agrupen en las venas; como un hombre solo en mi corazón, me siento cerca del vacío sosteniendo un arma. Lo que flota en cada respiración son plumas.

La disección de una casa

 Las Malas Juntas publicaron algunos textos de mi libro "La disección de una casa" ganador del premio de poesía "Eunice Odio" 2012, de la Editorial Costa Rica. http://lasmalasjuntas.com/2012/06/21/la-diseccion-de-una-casa/

Música para una despedida

Aunque la viruela dejo ciego a Turlough Carolan, en Irlanda todavía se le recuerda por sus bromas, su cólera y sus canciones. Una vez cante para una mujer que vestía a la niebla. Su corazón lo habitaba ese vapor de agua. De alguna manera ame a esa mujer hasta que mi voz no fue más que la noche y el viento. Ella, como todo lo que toca recordar hasta la vejez, desapareció. Ahora solo canto después de la lluvia; mis canciones se deshacen antes de tocar el suelo.  

La Antártida

Hoy te convine dormir sobre una cama de hielo. Tirarte en su ancho después de la ducha y dejar que partes desnudas de tu cuerpo se adhieran a esa superficie. Que en tu frente converjan los meridianos y sea tu país el más astral en el mapamundi de la tristeza. Abrí un espacio para el cadáver de tu perro y el canto de un canario enjaulado entre tus manos. Oí que canta a pesar del frío; que ladra a pesar de la muerte. Reite vos, a pesar de estar acostada sobre un continente hecho de escarcha.

Le dice un padre a su hija

Que nunca te enfrentés a ese tipo de fracaso, ni a las sábanas frías, ni a ese otro cepillo de dientes en el abandono. Nunca intentés tirar las cartas, el papel crepe que envolvía dulces ni la sombra de una mano debajo de tu almohada. Hay gente afuera repitiendose con dureza que han nacido solos y   que esa será su misma suerte en una cama de   hospital. Gente que cree en ese engaño y se abrazan a las almohadas como si ataran a un ancla. Que nunca te dejen sin un buenas noches amor te quiero. Repetilo amor te quiero. Están solos nada más los que se ahogan y dejan que ese peso los arrastre hasta lo más profundo.

Vivir sola

No te levantés asustada. Apagá la tele. Yo sé que has escuchado algo. Cerrá los ojos. Respirá rapidamente, sentí el sudor frío, la neblina en la parte alta de la cabeza. Otra vez, en el sótano, estás segura. Tomá el telefono. ¿a quién llamo? Dejá el aparato. Es tarde. Al otro lado de las puertas no hay nadie, nada; dejá que la estática en la pantalla te tranquilice. Abrí los ojos. Amanece.

Mujer y ducha

Habías creído en ello, la sensación de que la termo ducha controla también el clima del mundo. Y ahora querés salir de este baño de las seis pm; el agua se ha puesto fría. Pero antes ves un ojo en el desagüe, un ojo imaginario como cualquier otro ojo imaginario que te ha asustado por las noches. Estas desnuda, leve y volátil. No entendés, por qué tendrías que hacerlo. Te acostumbras a la temperatura. Decidís lavarte por fin el pelo. Algo hierve en alguna parte de la casa.

Contra el mar

Esta es una de esas noches, un foco enorme se suspende sobre el océano mientras espero que el agua llegue a los tobillos y me despegue de estos pensamientos. Lo que me separa del mar son elementos tan frágiles como la piel, tendones y unos tantos huesos. Eso que ruge es el vacío mismo, millas de nada que intentan succionar la costa como una gran lengua; una profundidad que nace en el pecho y se extiende hasta donde puedo ver que acaba mi propia razón. Esto es absurdo y miento si no digo con toda convicción de que no soy único. Lo único verdadero de mi conciencia es la arena, la sal y la tierra. Porque sé que ese foco enorme es una gran piedra que refleja la luz de otra piedra no me he vuelto loco; el mar que me calla y hace insignificante espera a que llegue flotando algún día por deseo propio.

Kitsch autobiográfico

tengo un cementerio en la boca palabras que estiran sus manos y balbucean pesadamente siento en la garganta los huesos de alguna frase que he dicho más de dos veces y sus flores y las lápidas y todas los acentos que ahora terminan en espacios en blanco a veces el idioma puede ser algo muerto o algo que se muere pienso mientras algo sepulta las palabras más tristes del diccionario debajo de esta lengua

los no muertos

las cosas sin sentido que se quedaron sobre la mesa al pie del herrumbre como si el mar apareciera repetidamente entre los platos la pared que es más precisa que esta boca pensamos casi invisibles como si la neblina creciera dentro de los fluorescentes y no somos más que estos cuerpos solo figuras que oscilan y se mueven pesadamente

épica

todo lo que se escribe tiene un limite el viento norte la caza de este siglo el quebranto de la rama la música no es solo un eco que cuando nadie escucha es nada todo lo que se canta tiene un limite la marea rota la sirena de un barco la destrucción de una mancha de peces la poesía no es solo una memoria que cuando nadie lee es nada

cocción rápida

la comida esta fría abrís el microondas un minuto, es decir mucho sobre la noche en la que sopla el viento la calle permanece apenas escuchás ese ruido metálico nada más eso 3 2 1 0

ida / vuelta

ida una mujer se toma la cabeza en un signo claro de cansancio ella miraba la orilla el movimiento torpe y pesado del barco ese atardecer queda atrás entre las cosas detenidas el aire el mar el cuerpo de la mujer que cae arrastrado por su propio peso vuelta una mujer se desmaya y tira del mundo deshace del aire los pájaros que jamás mirará con nostalgia serán pájaros que otra persona ahora inventa para levantarse desde sus costados y el mundo se volverá a armar mientras flota en el espacio y son pájaros los que nos empujan

Halfway Home

los silbidos son los del té el crujido nuevo en la cama las paredes que van paralelas a la tierra en su paso los ruidos son los del cielo la madera sobre nuestras cabezas el olor a sándalo para enmascarar lo que no huele a nosotros la música es la de las ventanas el viento cortándose en las celosías y sangrando como el frío un vecino frente a la taza amarga de café la caja de la mudanza y todo pasa mientras estas cosas nos llevan a algún lado sin entender cómo ni por qué

Tacto

Tenés que mandarme libros te digo libros pequeños que puedan llegar por correo y no te cuesten mucho dinero libros en los que se escriban dedicatorias tan tristes como sus autores libros en los que escondás a veces la foto que te hiciste con tu nueva pareja frente algún monumento sin nombre pero no te olvidés de mi ni de mandar libros llenos de palabras ya me dirás que te gustaría que yo conociera a tus hijos tu calle el atardecer porteño yo solo quiero libros que lo digan todo tal vez en algún momento te pregunte sin mucha convicción qué hubiera pasado si y no reciba cartas tuyas por un buen tiempo ya sea porque la encontró tu marido o trataste de esconder las cosas que nunca funcionaron pero por favor mandame libros escribí tu nombre en ellos dejame saber que has tocado algo que ahora me pertenece

Resoluciones de año nuevo

Hace tiempo deje de fundar una familia deje de tener una empresa un caballo medio saco de maíz blanco mi casa esta mas allá de la colina siempre en otro lado he llegado a una edad en la que el tiempo pasa con prisa como las personas por eso ahora me detengo y respiro esto es lo único que me pertenece

El eterno retorno

Todo lo que una nube dice es que pasa; su forma, la luz, el aire, los aviones, un ave. Todo lo que una nube es son segundos, y la memoria de esos segundos; si es que alguien tiene un recuerdo de una nube, de un país, del viento que mueve los mantos blancos. Todo lo que una nube siente se deshace en el cielo y desaparece lentamente. Y sin embargo las nubes vuelven y sobrevuelan sobre nuestras cabezas todos los días.

Mesa vacía

No sentir mucho o casi nada aunque estés al otro lado de la mesa y de los cubiertos. Tratar de comprender por qué el cuchillo que apunta hacia nuestro pecho es solo un descuido, una falla en la etiqueta y las buenas costumbres. No buscar tu mano o tu cara; la cabeza baja, la conversación corta, el vaso de agua intacto. Salir temblando del edificio aunque a penas me roce el viento. Sentir por fin como la punta de ese cuchillo me ha arrebatado algo. De alguna manera, esto también es un descuido.

Tres formas de entender al peso

"The small things I love, have they any weight?" Thomas Transtromer 1 El corazón es una piedra. Su peso no es el justo, su forma no es la correcta. No se puede hacer su cuerpo más liviano. Es un riesgo. Su peso es el cúmulo de lo que en verdad queremos. 2 Su peso es como un hacha, que parte al mundo. Es esta una sensación violenta; algo que nos asusta de nosotros mismos. 3 El corazón cae como un ancla contra la tierra. Se hunden en ese vacío todas las cosas que alguna vez decidimos querer. La muerte no parece tan lejana ni tan terrible en un mundo en el que estamos solos con el pecho totalmente abierto y liviano.