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Mostrando las entradas de 2017

Negación posmo

Todo esto ya lo sabés, alguien lo repitió en una fiesta y se quedo instalado en el fondo de tu cabeza. Primero, practicaste la duda de manera casual. Nada, ningún conflicto saltó en la noche estrellada de tu mente. Luego, verificaste. Una búsqueda, un registro electrónico y la confirmación digital en una pantalla azul. Todo esto ya lo sabés, porque alguien lo volvió a decir en el autobús, de camino al trabajo. Ya no te sudan las manos, ya no te sentís el ignorante del transporte público aunque es lo mínimo a que muchos podemos aspirar. ¿Qué hacés? Nada. Cosechar espinos y poblar ese rincón de otras ideas que no te sean de gran conflicto. Evadir, llenando esa evasión de placeres culposos; andá, prepará el café con otra cucharada de azúcar, andá, poné otro capitulo de cualquier serie que te haga olvidarte de tu existencia, andá, dormí el sueño de los caídos y los tibios. Todo esto ya lo sabés, y la tercera que es además la

89 kilómetros por hora

Se hace tarde en las cortinas del autobús que dejan pasar las sombras de la carretera. Intentás adivinar qué serán esas figuras. El ligero parpadeo de un sol es lo único recurrente en esa imaginación diminuta donde sólo podés nombrar a lo desconocido con tus propios recuerdos.

Uxmal

la época más fría es en enero te dice el conductor justo cuando se acaban los tópicos comunes y las conversaciones forzadas él ya sabe que no pertenecés a esta ciudad y vé de reojo la forma en que te sorprendés con las calles ajenas sus señales que rápidamente olvidás y calla su nombre también se desvanece te deja perderte en vos mismo

Extinción

Aquí nos estamos envejeciendo mientras sentimos por primera vez a esta mano izquierda temblar al sostener un vaso. Ese es nuestro legado, negarnos la descendencia, el vello púbico, las creencias ciegas de nuestros padres. Para que nadie repita nuestras palabras, ni visite el cementerio con flores traídas de Chile. Mirame a los ojos y tengamos el consuelo de ser una especie que se extermina a sí misma.

Agua de río / agua de mar

Cae la lluvia río arriba. La orilla empieza a ser corta, el agua turbia. Mirá el horizonte, esos relámpagos golpean las piedras. Mirá tus pies, el agua toca tus dedos. Mar adentro la sal se mezcla con la tierra; lo sabés con la boca, lo sentís en el cuerpo. Recordaste algo que te duele. Cae la lluvia río arriba. El mar ahora es otro.

Cuartos casi vacíos

vas a comprar una cama estrecha para quién se acueste en ella tenga que tenerte cerca tener solo una sábana una cobija para que sea la noche y sea el frío comprar una cama estrecha de la que no puedan levantarse ni escapar hoy vas a dormir e imaginarlo directo en las lozas           que son lo más cercano           que estás de la tierra su cuerpo late en algún lugar y lo escuchás vas a comprar una cama estrecha para que se acerque y sea la noche pero ya no más este inmenso e insoportable frío

La niña

Hace frio y estamos solos. Llueve y la música en el cielo raso la escuchamos en el vacío del cuarto. Hace frio y estamos solos. Atados a una almohada, recorriendo de memoria los cuerpos ausentes que en el pasado siguen intactos. Hace frio y estamos solos, cada uno en su trópico, cada uno con su manera de aceptar que hace frio y estamos tan solos, quebrantados, heridos, indefensos. Es esta una nueva forma de ahogo del que apenas salimos con vida. Hace frio y estar solos es lo que menos importa. Porque este maldito frio y su tempestad son solo excusas para compadecernos profundamente.

I Put A Spell On You

la versión de Nina Deseás ser la pausa en su respiración. La vibración de sus vasos sanguíneos. El nombre que muerde y calla. El nombre quieto en su memoria. Deseás que venga y te deje repetir su nombre por la pura inercia del ambiente. Y la deseás. Es ese el peso de su nombre. Vos mismo se lo has dado. Te absorbe. Y la deseás. Más allá de ella misma. Más allá de lo que vos sos. Esta espera es lo único que existe. Y tu deseo.

La paradoja de Schrödinger

Si las corrés, las cortinas, van a pasar 10 años; flacos, alegres, cortos. La sucesión de estaciones llenas de lluvia, y el frío y la sequía. Vas a ser otra persona y con una foto diferente en todos los documentos personales. No te reconocerías pensando lo mismo que ahora: no he pagado los recibos, tengo que adoptar un gato y si no abro la cortina, puedo ignorar si es de mañana tal vez diez minutos más.  

Uróboros

Aquí para abrirnos los ojos Sólo las cenizas se mueven. Paul Eluard El viento la trae. La ceniza viene de todo lugar. Pasás un dedo y dejás en el mueble, un camino. No va a ningún lado. No significa nada. Luego los días lo tapan con otra capa oscura. Pero yo siempre sabré el lugar, la exactitud de tu índice, el trazo en la cocina. Despertaré en otra década por culpa de la fricción que genera esa marca. Escucharé tu risa, el portón de esta casa y el ladrido de los perros. El viento te traerá y te desvanecerás justo en la puerta. Qué hago con esa ceniza, qué hago si es interminable y viene de todo lugar en el que ya no estás.

Abandono

qué es un barco al hundirse qué pensamiento pasa por la cabeza de sus pasajeros qué refugios crearán esas mentes para evadir un barco en pausa descendiendo las aguas del océano atlántico la urgencia que activa súbitamente todos esos cuerpos que pierden en los recuerdos de infancia los últimos minutos de oxigeno

OM

Todo lo que perdés esta en vos oculto. Cuando no te quede nada empezá buscándote. Porque el primero que se aleja de vos sos vos mismo. Todo lo que perdés está en vos y dejará de estar oculto.