Aquí para abrirnos los ojos Sólo las cenizas se mueven. Paul Eluard El viento la trae. La ceniza viene de todo lugar. Pasás un dedo y dejás en el mueble, un camino. No va a ningún lado. No significa nada. Luego los días lo tapan con otra capa oscura. Pero yo siempre sabré el lugar, la exactitud de tu índice, el trazo en la cocina. Despertaré en otra década por culpa de la fricción que genera esa marca. Escucharé tu risa, el portón de esta casa y el ladrido de los perros. El viento te traerá y te desvanecerás justo en la puerta. Qué hago con esa ceniza, qué hago si es interminable y viene de todo lugar en el que ya no estás.