para Gaby y Sofia, hoy. Todo tiene un nombre que se aleja. Un costado entre la casa de tus padres y el barrio donde vivís ahora mismo. Esas paredes de blanco que no son propias, tan llenas de imposturas y capas de esmalte. Todo toma su distancia. El degradado de la bombilla que sobre el jardín te hace sentir que algo te espera. Esas plantas que han sobrevivido más generaciones de inquilinos que bombillas, estaciones de lluvia y las alarmas a cuatro calles de esta. Todo. Los vecinos, sus perros, los diferentes nombres en los servicios básicos cada mes, las señales, las puertas. Todo. Hasta que un día llamás a lo lejano memoria, a la distancia recuerdo. Lo que te sobreviven son solo cosas que ya no son ciertas.