No merezco este mármol suavizado por el agua salada. La carne que hace poco se deslizó por las corrientes del mar pacífico. No merezco la última fuerza de este animal ni su última gota de sangre. Ahora su viaje lo hago propio; lo dejo entre las palabras para justificar su suerte. Inmóvil, detenido, inerte.