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Mostrando las entradas de enero, 2012

Tacto

Tenés que mandarme libros te digo libros pequeños que puedan llegar por correo y no te cuesten mucho dinero libros en los que se escriban dedicatorias tan tristes como sus autores libros en los que escondás a veces la foto que te hiciste con tu nueva pareja frente algún monumento sin nombre pero no te olvidés de mi ni de mandar libros llenos de palabras ya me dirás que te gustaría que yo conociera a tus hijos tu calle el atardecer porteño yo solo quiero libros que lo digan todo tal vez en algún momento te pregunte sin mucha convicción qué hubiera pasado si y no reciba cartas tuyas por un buen tiempo ya sea porque la encontró tu marido o trataste de esconder las cosas que nunca funcionaron pero por favor mandame libros escribí tu nombre en ellos dejame saber que has tocado algo que ahora me pertenece

Resoluciones de año nuevo

Hace tiempo deje de fundar una familia deje de tener una empresa un caballo medio saco de maíz blanco mi casa esta mas allá de la colina siempre en otro lado he llegado a una edad en la que el tiempo pasa con prisa como las personas por eso ahora me detengo y respiro esto es lo único que me pertenece

El eterno retorno

Todo lo que una nube dice es que pasa; su forma, la luz, el aire, los aviones, un ave. Todo lo que una nube es son segundos, y la memoria de esos segundos; si es que alguien tiene un recuerdo de una nube, de un país, del viento que mueve los mantos blancos. Todo lo que una nube siente se deshace en el cielo y desaparece lentamente. Y sin embargo las nubes vuelven y sobrevuelan sobre nuestras cabezas todos los días.

Mesa vacía

No sentir mucho o casi nada aunque estés al otro lado de la mesa y de los cubiertos. Tratar de comprender por qué el cuchillo que apunta hacia nuestro pecho es solo un descuido, una falla en la etiqueta y las buenas costumbres. No buscar tu mano o tu cara; la cabeza baja, la conversación corta, el vaso de agua intacto. Salir temblando del edificio aunque a penas me roce el viento. Sentir por fin como la punta de ese cuchillo me ha arrebatado algo. De alguna manera, esto también es un descuido.

Tres formas de entender al peso

"The small things I love, have they any weight?" Thomas Transtromer 1 El corazón es una piedra. Su peso no es el justo, su forma no es la correcta. No se puede hacer su cuerpo más liviano. Es un riesgo. Su peso es el cúmulo de lo que en verdad queremos. 2 Su peso es como un hacha, que parte al mundo. Es esta una sensación violenta; algo que nos asusta de nosotros mismos. 3 El corazón cae como un ancla contra la tierra. Se hunden en ese vacío todas las cosas que alguna vez decidimos querer. La muerte no parece tan lejana ni tan terrible en un mundo en el que estamos solos con el pecho totalmente abierto y liviano.