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Mostrando las entradas de agosto, 2009

El Mutilado

Uno de los tantos poetas que me dejó, que ahora leo y son él en toda esta tristeza. Pero ahora, silencio: no alarmemos a nadie, que no vean la herida sangrante y purulenta. Demos tiempo al olvido. Callemos, y que nadie -ni siquiera yo mismo- recuerde que soy yo. Gabriel Ferrater: http://amediavoz.com/ferrater.htm#EL%20MUTILADO

Idea Vilariño

Idea Vilariño murió semanas ante que Benedetti pero de ella casi nadie se dio cuenta. Sin embargo su obra y sus textos tienen una fuerza increible. Aca o aca pueden encontrar algunos. YA NO Ya no será, ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo no coseré tu ropa, no te tendré de noche no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui por qué me amaron otros. No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca ni si era de verdad lo que dijiste que era, ni quién fuiste, ni qué fui para ti ni cómo hubiera sido vivir juntos, querernos, esperarnos, estar. Ya no soy más que yo para siempre y tú Ya no serás para mí más que tú. Ya no estás en un día futuro no sabré dónde vives, con quién ni si te acuerdas. No me abrazarás nunca como esa noche, nunca. No volveré a tocarte. No te veré morir.

Good as New

Yo sé que mi corazón esta en otro lado; escucho su ruido desprenderse apenas de todos los silencios. La mudanza ha hecho que este cuerpo tienda a fraccionarse. Veo por la cerámica de la casa una carga de ventrículos resoplar en cada uno de mis costados. Pero es suficiente. Estos órganos ya no me pertenecen. Es hora de que meta mi mano en el pecho y entre el desorden haga que otros aparezcan.

Carta de intención de Suza

La semana pasada me avisaron que el proyecto de cortometraje Suza, producido por Karina Avellan y Yacksiry Ramirez, dirigido y escrito por este servidor, gano el apoyo de ProArtes para su realización. Quiero compartir la carta de intención, ya que posiblemente sea una de los textos mas francos y dolorosos que los pueden acercar a este guión. Cuando mi bisabuelo murió, yo presencié en un solo instante lo que en trece años nunca había visto: mis tías abuelas y mi bisabuela se deshacían en lágrimas tristísimas que ahogaban al resto de la familia. Lágrimas mudas de mujeres que no esperan que nada en la vida cambie. Lágrimas que como un barniz indoloro vuelven todo recuerdo en una presencia insepultable. Así fue como los siguientes años su casa mantenía vivo a mi bisabuelo a través de sus pertenencias. Víctor Campos tenía una cama que no ocupaba, un machete que no perdía su filo y mudas de ropa llenas de cloroformo. Yo nunca logre entenderlas, quería sobre todo esa herram