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En Fila con los Extraños

Nueve de la mañana. La fila del banco en Alajuela Centro es larga y los que están delante y atrás no pueden esperar más su aguinaldo. Como décimo noveno en orden, también respiro la impaciencia y clavo los ojos en los que en las cajas, se tardan demasiado. Nueve y veinte de la mañana. Un cajero se fue. Algunas personas adelante una señora mayor habla con lo que parece ser su nieta; la joven contesta aunque tenga que repetir varias veces a su abuela. Nueve y cuarenta y siente. La señora ha pasado a la caja, con su nieta para que la ayude en las cajas preferenciales. Diez y diez de la mañana. Alcanzo el tercer lugar en cuanto a proximidad con mi dinero mientras observo como la señora se debate con el cajero sobre la decisión correcta con sus ahorros: sacarlos o dejar la mitad. Su nieta trabaja como una especie de traductora, intercambiando las frases del empleado y las de su abuela. En este momento tienen la atención de la mayoría de los presentes. Noto reacciones que para mi sorpresa cambian la seriedad y los ceños fruncidos por algo mas perteneciente a estas épocas, comprensión y hasta empatía con la situación de las dos mujeres. Diez y treinta y cinco. Fuera ya en el parque, vuelvo a ver a la señora con su nieta en medio de las palomas. En el instante que las veo el cajero que las atendió pasa y ella lo saluda con la mano. Quiero pensar que eso es Alajuela, un lugar donde todavía se puede comprender a los extraños.

para el Alajuelense, supuestamente (si tengo nuevo trabajo)

Comentarios

Ericjms dijo…
joder, que ser alajuelense es una virtú'
Grande la gente en disposición de comprender que el tiempo de la vejez es un tiempo distinto.
Anónimo dijo…
en serio saludaron al cajero?? parece demasiado bueno para ser cierto... jaja
ta tuanis, mae. ta tuanis.
Luis dijo…
ya me dieron ganas de irme pa la liga.

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