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RAREZaS

De Buitre, un duelo de freaks. Ya que nos conocemos desde que el tiempo tiene cuerda, creo muy posible un empate tecnico, aunque como explico mas adelante, me gustaria pensar que le llevo cierta ventaja. Insoportablemente, descubri algunas cosas con este ejercicio narcicista. Agradezco eso. Tambien advierto, lo siguiente es un ejercicio puramente propio, sin merecimiento de su lectura. Ahora que lo veo, se podria empezar por el 6. Pero nada. Adelante.

1) El ego. Puedo decir que gozo de un ego bastante peculiar, bastante extraño. Algo asi como un amuleto diferencial contra el resto del mundo. Es como un diminutivo para el colectivo. Aunque usualmente sirve de señuelo, me sirve también para hacerle creer a la gente, que yo, “no me la creo”. Al fin de cuentas, uno tiene que darse valer, es el único que sabe venderse bien, es el que sabe que tan buena esta la mercancía.

2) El pelo. Con el don de expresarme emocionalmente a través de la cabellera, resulta extraño que andarlo corto, o largo o desordenado no delaten algo de lo que este pasando en mi vida. A veces hasta ambiguo es. Porque últimamente, me gusta andarlo corto. Antes, andarlo corto quería decir el inicio de algo o el final de algo. Ahora no se. Ahora puede ser pura necesidad de lucir joven. O tal vez, o tal vez.

3) No soporto que no me saluden. Y peor que no me saluden, odio que me saluden como si fuera cualquier persona (si es que no soy cualquier persona). Digamos, si vos pasas a mi lado, y solo alzas la mano, sin ni siquiera parar un segundo, gastar tu día con un abrazo o una pregunta ornamental, muy posiblemente algo, un puente o una fotografía dentro mío se quiebra a pedazos.

4) Soy un frustrado. No soy poeta, no soy músico, no soy escritor, no soy editor, no soy fotógrafo, no soy periodista, no soy un comerciante, no soy un buen hombre ni uno malo. No soy sencillo, no soy tan complicado. No soy un videasta ni pretendo ser un cineasta. No soy emocionalmente cerrado pero tampoco soy abierto. No soy cómico, pero tampoco aburro, no soy carismático. De definición mediocre, pero tratándose de sacar ese diccionarismo de la cabeza.

5) Tengo ciclos. Me aficiono a las cosas por epocas. Soy un vicioso de tiempos marcados. Y cuando estoy en alguna, tengo que saberlo todo, escucharlo todo, verlo todo. Ahora estoy con el cine. Apasionado totalmente. Cuando me baja la fiebre, siempre me quedan pasadas a las cuales recurro para seguir aprendiendo. A mi me gusta aprender, pero no en universidades, yo amo el aprendizaje de la calle. Odio las aulas. Aunque ahora soy fanático de un curso, Edición, con un español de apellido Veiga.

6) Esta es mi rareza, en realidad, creo que las otras son contrastes que reconozco solo ahora. Mi rareza es querer ser raro. El loco, el diferente. Y por consiguiente, dependiendo con quien este, acomodo mi rareza a su costumbre. ¿Qué me gusta llamar la atención? Puede ser. Solo se, que entre normal y diferente, me quedo en el extremo donde solo se reconocen los huéspedes de un manicomio.

Comentarios

Pues sí se aprenden muchas cosas.

Aprendí que mis rarezas, las más járcor, todavía no quiero enseñarlas.
Floriella dijo…
Un raro y rico-archi-delicioso hombre es lo que sos, eso.
Luis dijo…
Es cierto. A fin de cuentas, son estas -entre otras- las cosas que te hacen ser como sos. Un ser humano unico.
Nat dijo…
uy lo del punto 4 me pasa a mí. Odio no sentirme como que encajo en algo, en una definión, una profesión, una palabra. Y es por la misma mierda de tener que decidirse quién es uno por medio de las palabras.
elopio dijo…
Yo soy de los que saludan de largo. Nada personal, sólo que siempre voy tarde. Entonces, por las no saludadas pasadas y probablemente futuras, paso a saludar por aquí.
Como no tiene ni idea de quién soy, dejemoslo en just another reader.
Madrigoloide dijo…
Que rarezas más raras. Como que esta de moda esta cadenita, lo cierto es que me tiene un poco harto. Pero tus rarezas se llevan el premio por profundas

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