O la pequeña historia de cómo en Fraijanes es diferente la fuerza gravitacional
Él se mira en el espejo otra vez, aplasta con su mano uno que otro pelo que se resiste a la gomina*1. Ella ya va a pasar por su casa en la moto del hermano; el descenso hasta el pueblo es largo y es una buena oportunidad de abrazarla con el pretexto del movimiento. Mientras bajan él se aferra a la idea de conseguirle un peluche del turno.
En el lugar él no sabe como impresionarla, si con los dardos o con el tragamonedas que promete diez mil colones. Así que en una decisión poco acertada, opta por el tour de los juegos de azar y puntería. La ruleta es el primer intento, la forma en que se establece la suerte le es llamativa. Tal vez le podría ser suficiente espectáculo la cabra de plástico que indica el ganador sobre la ruleta, a pesar de los quinientos apostados al cuadro de la liga y perdidos en el color celeste. Veinte minutos después y con la billetera más espaciosa que antes, él intenta derribar los últimos dos pines que lo distancian de un peluche o el ridículo. Ella propone el karaoke sin ser escuchada. Justo en el lanzamiento ella se cansa de tanta hormona y lo conduce directamente a la atracción principal del turno.
Él hipnotizado la ve entre las luces y el televisor interpretando a Shakira. Poco sigue la letra dentro de la mirada de ella, que canta como si el toldo estuviera vacío. En ese momento sabe que la bolita sigue en el aire y que es el hombre con más suerte en Fraijanes.
*1 Lease Plastigel /gracias julita/
William Eduarte para la Nacion (El Alajuelense)
Comentarios
¿ me perdona por decírselo?
Es que soy de Alajuela...
sorry
no se como se me fue esa palabra
gracias