Yo podría ser el hombre dentro del marco de la fotografía; posando de forma correcta y manteniendo el peso adecuado para no sufrir insuficiencias cardiacas. Dejaría el andar encorvado, el azúcar como un depositario de las horas, la razón por la que no me rasuro para acariciar mi hombría. Yo podría ser el hombre que envidian las desconocidas y que nunca fuma en presencia de sus hijos. El de la manzana de adan marcada, que corre de madrugada y lava los platos después de los alimentos. De saco, trabajo estable y barbería. El que posa con cinturón negro y mirada fija. Yo podría ser el hombre dentro del marco de la fotografía: el que nunca duda, el que no llora en secreto. El que no es ausente dentro de esas manos.
Yo podría ser el hombre dentro del marco de la fotografía; posando de forma correcta y manteniendo el peso adecuado para no sufrir insuficiencias cardiacas. Dejaría el andar encorvado, el azúcar como un depositario de las horas, la razón por la que no me rasuro para acariciar mi hombría. Yo podría ser el hombre que envidian las desconocidas y que nunca fuma en presencia de sus hijos. El de la manzana de adan marcada, que corre de madrugada y lava los platos después de los alimentos. De saco, trabajo estable y barbería. El que posa con cinturón negro y mirada fija. Yo podría ser el hombre dentro del marco de la fotografía: el que nunca duda, el que no llora en secreto. El que no es ausente dentro de esas manos.
Comentarios
(Resumo: ¡qué bueno!)