Ir al contenido principal

Cuerpo a Tierra

Los mecanismos se detienen.

En el reloj de bolsillo ha quedado tatuada la hora.

Alguien ha pasado una sabana sobre mi cabeza y aun tengo las marcas en el pecho de los intentos repetitivos por mantener fluyendo la sangre al resto del cuerpo. Pero ellos también se han inmovilizado. El aire, el parpadeo de la luz, el llanto de los visitantes queda interrumpido en el hilo que suspende la vida; es en este momento en el que soy el único sobreviviente del mundo, que no se pregunta si es demasiado tarde para arrepentirse de lo que ha hecho.

Y así se van los pianos de cola, las enaguas al viento, el paso meticuloso de los triatlonistas, los pedazos de una fotografía con tu ombligo, la cicatriz que me marcó la rodilla cuando se resbalo la tarde en una alcantarilla.
Mis ojos absorben el blanco, la tela cae sobre los parpados y se traga lo que he visto en todos los años.

Sin dudar la importancia de mi muerte, vuelven los movimientos celestes y las explicaciones de cómo hoy no podré llegar a tiempo al trabajo.

Solo soy material inerte, el armazón de lo que reconocerán como un hombre.
Ya dan las doce de la noche.

Los mecanismos se disparan y nada sucede.

(requiem postumo o adelantado por Andres Verdana)

Comentarios

Floriella dijo…
Escrito así, suena a una buena muerte.

Entradas más populares de este blog

El blog como herramienta crítica del escritor

por William Eduarte willaseb@racsa.co.cr http://lagangrena.blogspot.com/ Yo tengo un blog. Mi blog, al que por lo menos le he sido fiel desde que empecé a escribir en medios virtuales es La Gangrena. Ya son casi cuatro años, 279 entradas, algunos comentarios; pero no voy a mentir, soy un blogguero promiscuo. En estos momentos tengo tres blogs, uno para cada atmosfera creativa. Durante este tiempo además, me ha dado por abrir y cerrar estos espacios, inventando nuevos de acuerdo al tema o a la necesidad del momento. Así he pasado por satancons, zoovenir, losmirosinquerermirar, etc. En su mayoría de corta duración y con propósitos bastante concretos: postear textos míos y lograr la distancia suficiente para trabajarlos. Tal vez al principio tenía una necesidad de retroalimentación, ya sea mediante los comments de otros bloggeros o la falta de los mismos. Pero conforme fui experimentando con la herramienta descubrí que este modo de auto publicación virtual lograba separarme realmen

Contra la familia

de esta ficción querés conservar el lado tibio el café amargo y a veces dulce las palabras aferradas a lo banal          qué tal el clima           estás durmiendo bien            ya no te duele ese costado el retrato en el que por fin se juntaron                         casi todes en el que parece el abrazo certero entre los colmillos y la risa fingida de esta ficción en que la sangre es la única amalgama posible además condicionante más allá de las continuas molestias y el trauma cada quien en otra casa que reproduce la narrativa ya cansada y obsoleta de esta ficción en la que te tocó el papel más transparente: el click en el aparato fotográfico velándose frente al sol de la tarde (Obra de Emmanuel Rodriguez Chaves) https://lagangrena.blogspot.com/2023/04/contra-la-familia.html

Tienda por departamentos

  Ellas se hablan entre los pasillos. No se han dado cuenta que un cliente ha entrado. -8 0 , por eso tengo 4 3 dice la más baja de las mujeres entre las camisetas sin mangas para hombres. El cliente hace un calculo rápido: es 3 años mayor. La segunda da dos pasos que la hace encontrarse cerca de los guardarropas; ahí un hombre sostiene dos piezas de ropa y la espera. Yo nací en el 84, piensa. Esta mujer no dice nada, le da una ficha al hombre. En un reflejo se mira unos instantes que le sirven para compararse con su compañera. El cliente, que las ha escuchado, hace lo mismo dentro de un espacio lleno de espejos. Se quita la camisa. Trata de observar al suelo, evadir su torso desnudo. Las mujeres lo ven salir. Él las evade, sientiendose más joven y a la vez más viejo que ellas. Los años tienen una forma rara de acumularse en los cuerpos. Ninguna prenda le ha hecho justicia.