
William Eduarte es un artista de esos de nueva generación que aprovechan los distintos formatos para decir lo que quiere. De formación más periodística y conectado con la producción audiovisual, este es su segundo libro de poesía.
Los últimos años han visto aparecer el trabajo poético de varios jóvenes sin miedo en cuanto a la experimentación y apostados a una poesía que pasa más por Lautrémont que por Debravo; pienso en el trabajo de Diego Mora o, más firme y lúdico, David Cruz.
William parte de esta misma camada, funde muchas de sus búsquedas anteriores en este libro, atención a la poética intertextual de El más violento paraíso o los poemas póstumos de Verdana.
Comentarios
Cariños
jejeje